Hombres...

Hombres... seres maravillosos que creó Dios para que acompañaran a las mujeres en la tierra (aunque el Genésis dice lo contrario)... Como bien les dijo a Adán y Eva " Id y multiplicaos por toda la tierra"... y así fue.
Lo único que Dios no contempló es que en el siglo XX la mayoría se casaría y terminaría divorciándose.
En realidad conozco muy pocos hombres que están separados o divorciados y que a pesar de su situación, siguen haciendo frente a los compromisos contraídos con su familia anterior (si es que así la podríamos bautizar), la mayoría sólo asumen compromisos con sus hijos y alguno que otro sigue asumiéndolos también con la ex esposa.
La mayoría de los casos que conozco, o bien que la gente comenta, es sobre hombres que terminan "abandonando" a sus hijos, ya no se diga a la ex, porque ésta no cuenta, no contó y no contará nada en sus vidas.
¿Qué es lo que se escucha? "En cuanto te separes, firma pronto un convenio y divórciate por que mientras más pasa el tiempo, ellos dejarán de asumir sus compromisos, y espérate a que encuentren a alguien, porque entonces sí, ya se olvidarán de que tienen hijos". Frase que a más de alguno le sonará familiar. Y lo que yo veo es que en la mayoría de los casos sucede así.
Yo considero que el padre de mis dos hijos es muy buen papá, incluso hermano y profesionista... en los demás aspectos me reservo el derecho de opinar, aunque en la balanza, lo considero una buena persona. Sin embargo, no por esto disminuyen mis temores.
Hoy es un hombre que cada vez que le digo lo que hay que pagar de la casa, lo hace: llámese renta, agua, luz, teléfono, colegiatura, etc. , aunque él nunca llega y pregunta ¿qué hace falta?. Si yo no le pidiera un centavo para cosas de la casa, quizá él ni se percataría de que hay que pagar cierta manutención de los niños y su pensamiento podría ser : "Si no me pide, es porque no necesitan". Y quizá el miedo que me da hoy es porque yo no tengo ingresos, ni trabajo.
Esto de ser mujer independiente no ayuda mucho... De verdad creo que es mejor asumir un rol de dependencia y sumisa en una relación, que el de, yo no necesito ayuda y puedo por mí sola. Para bien o para mal, mi estilo es el segundo y reconozco que No me gusta pedir ayuda ni depender de la gente. Confío en mis capacidades y me gusta saber que puedo salir adelante por mí misma. Y hoy las cosas no son así, porque al no tener ingresos y sí egresos, me da mucho miedo tener que pedir ayuda. Tengo algunos ahorros y se irán gastando poco a poco, conforme no los reponga, y es un tema que hoy empieza a preocuparme y ocuparme.
Y a la vez me da un poco de coraje con mi actual marido (porque no estamos todavía divorciados), de que no tenga la delicadeza de decir y ni siquiera cuestionarse: " Sé que nunca te regalé un auto (te ayudé un poco, pero no te lo compré), nunca me costaste en cuanto a ropa o gastos personales, incluso en viajes (tú pagabas tu parte o me ayudabas con los gastos), siempre fuiste independiente económicamente, pero hoy sé que no tienes ingresos y me preocupa saber ¿cómo pagas la deuda de tu auto, la gasolina, tenencia, tus cosas personales que puedes necesitar de uso diario? , ¿cómo le haces, si yo no te ayudo?. Y me encantaría responderle: Me gané la lotería o el Melate... y la realidad no es así, por que él ni siquiera se cuestiona mi situación, y obviamente no me he ganado ningún premio.

Así es que la solución ante mis miedos estará en ¡Conseguir un buen trabajo pronto!, y de preferencia, antes de que él encuentre a una nueva mujer en su vida (lo cual no tardará mucho tiempo).