Friday, April 25, 2008

Reflexiones de Una Mujer Divorciada… Parte II

El Post anterior fue una pequeña Introducción al tema y como dirían en una Tesis, su justificación. Confieso que tengo una vaga idea sobre lo que quiero transmitir y no tengo un Indice, creo que éste, con las opiniones de todos (as) lo iremos haciendo sobre la marcha, por lo que les reitero que serán muy enriquecedores sus Comentarios.
…Comentaba que cuando me vino la idea del divorcio, lo relacioné en primera instancia con un sentimiento de Fracaso. Mi matrimonio duró legalmente casi 11 años, estuvimos juntos 9 años y hoy en retrospectiva creo que realmente mi matrimonio duró menos de 2 años… Algunas veces alguien me ha preguntado "¿Por qué seguir a lado de alguien cuando sientes que todo terminó?" y la respuesta es muy simple: Porque no quieres aceptar ni reconocer la realidad y por lo general, no te das cuenta que se ha destruido tu relación y no sabes cómo salvarla, llegas a creer que lo has intentado todo y ves que no sales adelante… así pasa el tiempo hasta que te sientes atrapado y “muerto en vida”.
En algunas ocasiones las personas tenemos una realidad ante nosotros y lo primero que viene a la mente es un Mecanismo de Defensa conocido como Negación, es muy común en situaciones de dolor o miedo para no querer aceptar la realidad como es.
En cambio el sentimiento de no querer fracasar, cuando fuiste educada en un ambiente tradicional, cuando conoces a muy pocas personas que son divorciadas y escuchas sobre ellas que son “fracasadas”, cuando desde niña tus padres ponen en ti altas expectativas y creces sintiéndote que puedes vencer cualquier obstáculo que se te presenta, te conduce a esas ganas de aferrarte a todo con tal de no ser eso que tú misma has juzgado: Fracaso.
Y no es el único sentimiento, también viene el Miedo. A pesar de que yo siempre fui independiente económicamente hablando, te da miedo estar sola. A las mujeres de mi época (y creo que actualmente se sigue haciendo con las niñas), se nos educa como a las que hay que proteger, solemos ser las “princesas” de nuestros papás. El padre (varón) sin darse cuenta en ocasiones tiende a ver como fuertes a los hijos varones y a cuidar y mimar a las niñas. Socialmente somos el sexo débil, a pesar de que hemos demostrado lo contrario (y de este tema se habló un poco cuando publiqué en noviembre del año pasado el post de “Mujeres Fuertes”). Suele ser más cómodo seguir en una relación de pareja, por muy disfuncional que sea, que tener que enfrentarte al mundo como divorciada. Como sea, al tener una pareja sientes que la responsabilidad recae en ambos, en cambio divorciada de repente te sientes sola frente al mundo.
No importa si la separación se dio por una infidelidad por parte de alguno de los dos, en los momentos de enojo y de ira te sientes traicionado por la persona que te abandonó, pero en los momentos de coherencia, a las mujeres nos vuelve a entrar ese miedo de estar solas. En situaciones así, llegas a tener sentimientos de tristeza, te lastiman tu ego, quieres averiguar quién es la “otra” y asumes un rol de víctima, aunque la mayoría de las veces lo que quieres es que él regrese contigo y si tu orgullo no es tan grande, puedes hacer hasta lo imposible por recuperarlo y perdonarlo. En cambio si un hombre es traicionado, también siente ira, le echa la culpa al “otro”, siente que abusaron de la fragilidad de su mujer y quiere a toda costa perjudicar a ese hombre que le robó lo que era suyo, le duele mucho su ego masculino y en lo personal creo que difícilmente perdona, más que nada por orgullo. También es cierto que una infidelidad de un hombre suele ser distinta ya que por lo general es causa de un enamoramiento o una “calentura” (como suelen decirlo), en cambio la infidelidad de una mujer, suele darse más por una vía emocional, y quizá cuando ya no se siente parte de una relación, raras veces se da por “calentura”, pero también se da… y este podría ser otro tema.
Lo primero que te sucede al separarte o divorciarte es que bajas tu nivel socio económico, y si eras una mujer “mantenida”, raras veces te dan una pensión que te alcance para mantener el mismo nivel de ingresos que tenías. Por lo general, la mujer tiene que trabajar (si no lo hacía) y esto implica dejar a los hijos en manos de alguien que te apoye (familia, ayuda doméstica, guarderías, etc). Esto conlleva a que el trabajo y el ingreso se convierten en una necesidad primaria y aunque te digan que la familia va primero, te vas dando cuenta que en la realidad no es así, ya que si no trabajas no te alcanza para vivir, ya que por muy generoso que sea el ex Cónyuge y se preocupe por darte una pensión justa, él también necesitará de sus ingresos para vivir y podrá asumir un rol de proveedor al cien por ciento con sus hijos, pero ya no contigo, porque se parte de la teoría que eres una persona adulta que también puedes trabajar y contribuir al ingreso del hogar, como lo hacen muchas otras mujeres actualmente. La pregunta que llegas a hacerte es ¿y en dónde está esa princesa a la que educaron diciéndole que todo lo tendría y que no sería jamás abandonada?... Hasta el momento no conozco a una sola mujer que al divorciarse no haya trabajado, que se haya quedado “conforme” con lo que recibe de pensión, y quizá la razón para trabajar no es solamente económica, también suele ser por un sentimiento de independencia y en ocasiones puede servir como terapia ocupacional.

Continuará…
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Comentario Posterior: Después de un intercambio de comentarios con Centrífugo en donde me hacía ver que lo mencionado daba para tres temas distintos, pude identificar por qué no los abordé. Si esto fuera un capítulo de un libro, considero que el tema que quise abordar son los "Sentimientos a los que te enfrentas al separarte, sin importar la causa de la separación". Es por esta razón que no quise profundizar ni en la infidelidad ni en las causas de la separación, que podrán ser temas para abordar después. Hoy me centraría en el sentimiento de Fracaso, Miedo al Abandono y Miedo para enfrentar la situación.

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6 Comments:

Blogger Krisalys said...

Centrífugo: Se nota que ya regresaste por haber sido el primero en comentar!!!. Es bien cierto que de los temas que hablé a grandes rasgos darían para 3 capítulos, no quise profundizar en el por qué de la separación ni en la infidelidad, ya que creo que me desviaría un poco de mi postura de hablar sobre las razones por las que no estoy a favor del divorcio.
Como tus reflexiones y comentarios pueden ser muy útiles también te propongo que me envíes tu Post y lo publico, o bien, quizá puedo hacer mi blog compartido contigo para este tema (sólo para éste, ¿eh?). Me encantaría que juntos pudiésemos complementar puntos de vista (qué tal que al final termino sacando de aquí mi tesis de la Maestría en EF de la que no me he titulado)... Besos!

1:29 PM  
Anonymous Anonymous said...

Aunque es cierto que yo sí lo he entendido como una entidad, digamos el "cómo se decide uno a tomar la decisión, cómo se siente al respecto y consecuencias inmediatas". Pero lo cierto es que son muchos los puntos que abordas, y los comentarios van a tener miga, verás.

Es dificilísimo aceptar la realidad y asumir el fracaso, yo me volví tan buena actriz que me estaba engañando a mí misma, con eso te lo digo todo. Pero cuando llega esa sensación de "muerto en vida" es terrible. Y te niegas a seguir resignándote.

En mi caso, la sensación fue "alivio", como describe Centrífugo. Es curioso, creo que soy la persona más llorona de todo el mundo, todo me hace llorar, lo positivo y lo negativo, lo importante y lo insignificante. Aquel día, al hablar con mi ex, no lloré, y en los días posteriores no derramé una sola lágrima. Solo tenía ganas de empezar mi nueva vida sin mirar atrás.

Finalmente, las consecuencias inmediatas. En este sentido, como nunca compartimos gastos de nada, no me afectó. O sí. Porque pasé de no gastar nada (ni ropa, ni maquillaje, ni viajes, ni nada... a tirar la casa por la ventana para empezar mi nueva vida. Pero como entraba dentro de mis posibilidades económicas, pues no pasaba nada.

Coda: me haría mucha ilusión establecer ese "grupo de trabajo". A ver a dónde nos lleva esto.

6:07 PM  
Blogger loris lane said...

Hola Krysalis.
Me tomé la libertad de visitarte siguiendo el link desde tu comment. Coincido con la mayoría en que tocas un tema por demás interesante.
Desde mi perspectiva, creo que el reconocer la constante posibilidad de una sepración te forza a valorar más a tu pareja y a buscar formas de no caer en los típicos problemas que tendemos a minimizar las casadas.
El año pasado me tocó vivir la separación de varias amigas cercanas y una de las cosas que más me sorprendió es que aún cuando la relación se acabó mucho antes, el miedo a tomar la decisión las mantuvo por años en la misma situación.
Te mando un abrazo y agradezco que compartas tu experiencia.
Un beso!

10:00 PM  
Anonymous Anonymous said...

Durante cinco años tuve una amiga que estaba casada, pero tenía muchas crisis. La verdad es que intentaba ayudarla a conservar su matrimonio porque creía que merecía la pena, por sus hijas. Finalmente, se acabó separando y de la peor manera posible, con reproches, denuncias y juego sucio. Tal vez tenía que haber dejado que terminaran mucho antes. Nadie sabe lo que pasa en una pareja mejor que ellos y creo que yo no ayudé nada. Un beso.

2:34 AM  
Blogger Krisalys said...

Perdón por la tardanza en comentar...

Irene Jansen: Este tema va dando para mucho y creo que juntos lo podremos abordar y entender mejor... Es común hacer lo contrario de lo que uno hacía al venir la separación, lo importante es poderlo hacer y pronto llegar al equilibrio, ya que hay personas que económicamente se desequilibran por darse un nivel diferente de vida. Gracias or compartir tu experiencia... Un beso!

Loris Lane: Eres Bienvenida! Finalmente hoy ya te agregué a los links para visitarte fácilmente... Como casada crees que "eso nunca te va a pasar" y es bien cierto que muchas personas se quedan en la etapa del confort y se olvidan de seguir conquistando a la pareja, pero estoy segura que eso a tí no te sucederá... Te mando un fuerte abrazo!

Susana: No te sientas culpable, en su momento hiciste lo que creías que era lo mejor para su amiga, y en ella radicaba la decisión de seguir con su pareja o no... Un beso!

6:11 PM  
Blogger claudia said...

Ayer estuve pensando muchas cosas y me dio miedo.
Me da miedo, miedo de perder mi libertad, miedo de no poder hacer las cosas como yo quiero cuando yo quiera, me da miedo no poder estar sola cuando quiero estar sola.
Me da miedo que la persona que amo quiera más cosas de las que yo le puedo dar, me da miedo que me pida certezas sobre cosas que desconozco.
Tal vez sea muy egoísta el pedir que me dejen ir y venir sin preguntar y sin estorbar, porque como dicen por ahí el eros impulsa a las manos a tocarse, pero las manos que acarician también pueden oprimir y aplastar.
Y finalmente la bronca de ser dos es que se pierde de certidumbre, porque cuando se está solo las cosas depende única y exclusivamente de uno, en cambio cuando hay dos no se sabe, y a mí me fastidia no saber qué va a pasar, me chocan las sorpresas y la incertidumbre.
Tengo miedo.
Lo tome de algun otro lugar pero es la manera que reflejo mis miedos que tenia ahora soy libre

1:08 PM  

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