Thursday, May 29, 2008

Víctima - Verdugo: La Otra Perspectiva

Por Irene Jansen
Es curioso escribir posts sobre estos temas de interés general, como si una fuese una autoridad en algo, cuando en realidad no sabe de nada. En el caso de las rupturas, aquí donde me veis, sólo he vivido una, y fui yo la que rompió. Así que no sé hasta qué punto mi opinión os puede resultar interesante, pero como a la dueña de este blog le interesa, espero que estéis de acuerdo con ella.

No voy a hablar hoy del trabajo que cuesta, cuando llevas años luchando por una relación, darte cuenta de que no eres feliz, de que ya las promesas de futuro no te sirven porque no puedes seguir siendo infeliz con la esperanza de que en un mañana te tratarán como te mereces, de que no puedes dejarte a ti misma en stand by, de que ya no te ilusiona nada y simplemente sueñas con que de verdad sea posible empezar de nuevo, desde cero, que la libreta de los errores cometidos vuelva a estar en blanco, que no haya equivocaciones que reprochar ni deudas que pagar. No. Hoy voy a hablar del difícil momento en que sabes que quieres terminar una relación, y sólo te queda hacerlo.

Sabemos que en una relación no hay malos ni buenos, no hay víctimas ni verdugos, como ya nos explicó Krisalys, sino que todo depende de nuestra percepción de la historia. Está claro que el que rompe tiene mil reproches, pero en mi opinión sobre los reproches lo que prima es la sensación de absoluto desencanto, de desilusión, porque de pronto lo has visto todo con perspectiva y tienes claro lo que no quieres en tu vida. Personalmente yo no tenía ganas de hacer ningún reproche, sólo tenía ganas de que todo acabara cuanto antes.

Pero cuando decides terminar una relación sabes que vas a dar un duro golpe. Sobre todo cuando acabas una relación de tantos años, pues ya el otro te tiene por segura. Sabes que vas a ser el verdugo. E intentas hacerlo “bien”, hacer el golpe más suave. Porque todos pensamos que hay formas horribles, insensibles de romper una relación. Y queremos pensar que hay formas de romper “bien”. Y aquí es donde os pongo este vídeo:


www.Tu.tv


Hay rupturas más fáciles y las hay más difíciles, pero no hay rupturas buenas. No hay una manera de portarte bien con la persona a la que vas a dejar, de no ser su verdugo. Porque esa persona te verá siempre así, hagas los esfuerzos que hagas.

Y vuelvo a mi experiencia. Cuando me di cuenta de que no quería seguir con esa relación, sentí asfixia. No quería perder un segundo más. Pero quise hacerlo bien. Por eso, sabiendo que él tenía una prueba importante dos semanas más tarde, un examen en el que se jugaba su futuro, decidí esperar. Es lo más duro que he hecho jamás. Seguir comportándome como si no pasara nada, para que la situación no afectase a su rendimiento. Comprarle los billetes, reservarle el hotel. Animarle. Contenerme la rabia ante las humillaciones, las ganas de romper en ese mismo momento “y que se aguante si el examen le sale mal”. Hoy, sinceramente, no lo volvería a hacer, sufrí demasiado y para nada.

Mis amigas me notaban nerviosa, y, dos días antes, acabé contándoselo. Les pedí su opinión, y también me dijeron que era mejor de ese modo. Eso sí, cuando hizo el examen no quise esperar ni un segundo. Los errores cometidos para mí no importaban, era algo que tendría que analizar cada uno. Le di, como Ted en el vídeo, la razón más honesta: “me he dado cuenta de que ya no te quiero”.

Puse todos mis esfuerzos en darle, al menos, una buena ruptura. Pero dio igual. Porque me convertí en la persona fría y calculadora que se pasa dos semanas planeando una ruptura para dejar a la otra persona justo el día que aprueba su examen. ¿Pero es que hay un buen momento para romper? Ahora sé que no.

Los golpes no se pueden suavizar. Lo único que puedes conseguir es no sentirte un verdugo. Pero la otra persona siempre se sentirá la víctima.

Labels: , ,

3 Comments:

Blogger Krisalys said...

Irene, puedo ser la primera en comentar, ¡qué maravilla!... Me ha gustado mucho la perspectiva sobre la que abordas el tema.
Es un hecho que no hay manera de romper "bien", no importa lo que hagas o lo que digas, de cualquier manera a quien rompe se le ve como verdugo.
En lo personal creo que yo no podría esperarme a que sucedan diversos acontecimientos para terminar con alguien, cuando siento que una situación me está asfixiando y percibo que a la otra persona no le importa lo que siento, pues creo que es mejor saber decir adiós.
En cualquier situación hay ciertos costos que enfrentar y lo único que queda es saber responsabilizarse de las consecuencias de la decisión.
El video me pareció que ejemplica bastante bien la idea central de tu post.
Muchas Gracias por haber colaborado en mi blog!!!!.
Un Beso!

9:29 AM  
Anonymous Anonymous said...

Gracias Krisalys, para mí ha sido un placer y un honor.

Yo lo reitero, hoy no lo volvería a hacer. Entonces, sólo pensaba es que por muy mal que estuviésemos, había pasado con él 9 años de mi vida, y al menos se merecía que respetase que se jugaba su futuro dos semanas y media más tarde. Afortunadamente, eran semanas de estrés y estudio para él, así que al menos, como no convivíamos, apenas lo vi media hora, la más difícil de mi vida. Por teléfono no es tan difícil disimular.

Pero como digo, hoy no lo haría. No tiene sentido. Sólo aumentó mi estrés, mi sufrimiento y mi desgaste, y no creo que para él la diferencia fuese significativa.

11:23 AM  
Anonymous Anonymous said...

Hola Irene. Yo creo que hiciste bien en esperar a que aprobara el exámen. Fue todo un detalle por tu parte aunque ahora no te lo parezca. En una situación tan difícil es bueno intentar suavizar lo que se pueda. Un beso.

2:46 AM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home