Pues después de muchos meses de incertidumbre, de búsqueda de algún cambio interno en mi trabajo actual, llegué a la decisión de renunciar a partir de mañana viernes.
La necesidad de pasar un poco más de tiempo con mis hijos me llevó a un punto en el que me di cuenta que es preferible "sacrificar" la parte profesional, a cambio de intentar lograr un equilibrio personal. Lamentablemente no se pudo lograr un cambio interno en el que tuviese mejor horario, tampoco en mi puesto actual podía negociar mejor horario con mi jefe, ya que como alguna vez comenté, él es un hombre que trabaja todo el día (tiene una capacidad admirable para trabajar).
Tomé la decisión que en el "ideal" no se debe tomar, ya que es mejor cambiarse cuando tienes otra opción. Sin embargo, el inicio del pasado ciclo escolar de mis hijos fue lo que me motivó para renunciar a partir del 15 de agosto y a pesar de ello me quedé una semana más.
Como mujer y mamá profesionista no es fácil tener todo lo que quieres y en este momento no he buscado muchas opciones profesionales ya que ahora mi prioridad será encontrar algo que me ayude en mi equilibrio familiar aunque tenga un menor ingreso. Me entusiasma la idea de recoger a mis hijos en la escuela a partir del próximo lunes, comer con ellos y sentarme a hacer las tareas.
En lo profesional sé que pronto encontraré algo que me ayude a mantenerme ocupada.
Me pesa mucho dejar a gente bien valiosa en mi trabajo, creo que en el año y medio que estuve ahí conocí personas maravillosas a las que voy a extrañar. La persona que me entrevistó por primera vez, se convirtió en mi mejor amiga del trabajo, y curiosamente ella también pronto renunciará y se dedicará a un proyecto personal que tiene en mente. Extrañaré mis escapadas matutinas a "Punta del Cielo" por un café, ya que nunca me gustó el café de la oficina.
Hice dos muy buenos amigos que casualmente son "tocayos", a esos dos Omares les tendré un cariño muy especial, y estoy segura que serán personas con las que seguiré en contacto a pesar de no estar laborando en el mismo lugar. Le agradezco a Richard todo lo que hizo con tal de que yo me pasara a su área a colaborar con él, aunque es alguien con quien no platico de manera frecuente, sé que en el fondo me tiene una gran estima y seguramente seguiremos en contacto, esporádico, pero no perdidos. Lu, Ericka, Lety y Lupis, fueron mis amigas del Piso 6, siempre me brindaron su apoyo y eran las personas con las que también podía platicar. Lu era la causante de que yo comiera papas con limón y chile ya que de vez en cuando me traía unas mega bolsas para tener en casa y Ericka fue una amiga con la que podía platicar y pedir consejos, siempre me impresionó su sensatez.
Hace poco me hice amiga de Flor, mi vecina de lugar, es una chava bien trabajadora que también se enfrenta a la problemática de ser mamá divorciada y profesionista a la vez. Tiene un gran corazón y siempre está dispuesta a ayudar.
Pia, de ella extrañaré nuestras analogías profesionales y personales, se convirtió en mi mejor amiga. Eramos como las "hermanas" de la oficina. Recordaré esas pláticas en las que hablábamos de nuestros novios (el mío Ex, el de ella todavía es novio y quizá futuro marido), casualmente ambos tenían el mismo nombre, eran divorciados, tenían hijas... Vaya que llegó un momento en el que nuestras problemáticas tanto personales como profesionales eran muy parecidas y era bastante simpático compartir nuestros agobios. Nuestro acuerdo era defender a toda costa al novio de la otra ya que las que andaban medio "locas" con sus ideas éramos nosotras, actuábamos como espejo y en el fondo lo que pretendíamos era apoyar a la otra a salir adelante con su pareja. Finalmente yo no lo logré por diversos motivos que ella desconoció y que en realidad no los quiero compartir ya que en el fondo sólo él y yo conocemos la situación real.
A mi jefe también lo extrañaré, es un hombre muy demandante y exigente pero también es una gran persona. Siempre admiré su sentido de justicia y congruencia para tomar decisiones. Un hombre muy leal a la empresa y sumamente brillante. Con un carácter difícil pero conociéndolo y sabiéndolo llevar se compensaba ya que es una gran persona. Lo sigo admirando y le estoy muy agradecida por haberme escogido para trabajar con él, por todo el apoyo que me brindó. Al final incluso me consiguió citas externas para ver si podía salir alguna oportunidad para mí. Hoy lo considero el mejor jefe que he tenido a pesar de que en muchas ocasiones le tuve pánico y me tenía que aguantar su temperamento. Extrañaré los consejos sensatos que me llegó a dar, fueron pocos ya que el tiempo que teníamos para platicar fueron pocos minutos pero terminaron siendo de calidad.
Y hay muchas personas más a las que extrañaré ya que la gente en general, se portó muy bien conmigo.
Empieza un nuevo ciclo y como todo lo nuevo genera incertidumbre e implica el disfrutar una parte de mi vida que no me he dado la oportunidad de disfrutar.
Labels: despedida, Trabajo